Combustible de aviación sustentable: ¿Cuál es el futuro de esta tecnología?

A pesar de sus grandes beneficios, existen aún desafíos que enfrentar; sin embargo, los expertos confían en que los vuelos comerciales a nivel mundial adapten progresivamente el uso de este recurso.

A la fecha, solo el 2 % de los vuelos comerciales utilizan combustible de aviación sustentable.

El combustible de aviación sustentable (SAF, por sus siglas en inglés) tiene un brillante futuro, de acuerdo con la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA). Esto debido a que se trata de una tecnología que tiene el potencial de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de los aviones hasta en un 80 %.

Cabe precisar que se estima que el sector de las aerolíneas es responsable del 2,5% del GEI, equivalentes a más de 900 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2).

Grandes desafíos a futuro

A pesar de los beneficios que demuestra, existen grandes desafíos. Por ejemplo, solo el 2 % de los vuelos comerciales utilizan el SAF, ya que es más caro que el combutible Jet A1 y, además, la oferta es limitada.

“Los gobiernos deben empezar a proponer las políticas correctas y luego seguirá el aspecto financiero. Lo primero que deberían hacer es crear políticas de apoyo para aumentar la producción de SAF”, dijo Marie Owens Thomsen, vicepresidenta de sustentabilidad y economista de IATA, al portal A21.

Asimismo, comentó que la transición al SAF asequible es posible y no necesita abaratarse. De hecho, una ventaja de precio relativa en comparación con Jet A1 es suficiente. Esto convertiría al primero en la opción más rentable, siempre y cuando se aumente la producción.

“Pero el punto no es cuál será el precio de SAF, sino el hecho de que no puede ser una opción de inversión inferior. Un marco político claro en el que los inversores confíen para aventurarse en este campo naciente es esencial. Esto significa políticas con visión de futuro, estables y armonizadas”, refirió.

Por ello, sostuvo que es importante tener métricas claras que demuestren a la industria en dónde se encuentra y hacia dónde se dirige. De esta forma, los vuelos comerciales a nivel mundial pueden ir adaptando progresivamente su uso.

¿Qué son los combustibles de aviación sostenibles?

La principal diferencia entre el SAF y los combustibles convencionales es la materia prima. Si bien el queroseno es un derivado del petróleo, como la gasolina, el SAF se puede producir a partir de biomasa, como plantas, residuos forestales, aceites vegetales y azúcares.

Según Air Transport Action Group (Atag), este combustible tiene las mismas cualidades y características químicas que el de aviación convencional, pero contiene menos impurezas y posee una mayor densidad energética.

Cabe recordar que el queroseno se compone de aproximadamente un 70 % de carbono, un 25 % de lubricantes o compuestos aromáticos y un 5% de partículas contaminantes -como óxidos de azufre y óxidos de nitrógeno-. Por su parte, los combustibles sostenibles no cuentan con estos elementos.

“En los convencionales, los aromáticos son necesarios para el buen funcionamiento del motor y, en relación a las partículas contaminantes, no se eliminan solo por el costo de esta operación. Los SAF, en cambio, están compuestos prácticamente en un 100 % por carbono, lo que se traduce en más potencia y eficiencia para la aeronave”, explicó Alejandro Ríos Galván, director del Consorcio de Investigación en Bioenergía Sostenible de la Universidad de Khalifa (Abu Dabi), a National Geographic Latam.

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