Al momento de viajar, la comodidad es fundamental. Por eso, te damos algunas pautas para que puedas elegir el lugar correcto de acuerdo a tus necesidades y preferencias.
La comodidad es un factor clave cuando se trata de realizar trayectos aéreos, especialmente en distancias largas.
Para explorar este tema, Ilse Jáuregui, una copiloto que ha trabajado en una aerolínea mexicana durante varios años, explica sobre cuáles son los mejores y peores asientos en un avión.
Los peores asientos
Comenzando por el peor asiento, Jáuregui señala que son los asientos de emergencia.
“Voy a empezar por el peor asiento. Para mí, es el de la salida de emergencia, porque una vez que te sientas allí, tienes una gran responsabilidad. Si el avión sufre algún accidente, el pasajero que ocupa esos asientos tiene que ayudar. Además, estos asientos no se reclinan. Por lo tanto, no los recomendaría en términos de comodidad”, detalla Jáuregui al diario La Nación.
Cabe recordar que este tipo de asientos están ubicados en la mitad del avión. Por ello, cuando el pasajero realiza su check-in en línea, la aerolínea le advierte que podría seleccionar uno de estos asientos.
Una vez a bordo, la azafata explica temas de trabajo seguridad detrás de estos puestos. De hecho, la principal razón por la cual estos asientos no se reclinan es porque esa parte del avión debe estar despejada en caso de cualquier incidente.
Los mejores asientos
Por otro lado, la copiloto detalla que los mejores asientos son los ubicados en la parte delantera, ya que ofrecen más espacio y un mejor servicio.
“Mientras viajes, de cualquier manera, siempre será mejor”, agrega la vocera.
Los puestos que recomienda por lo general se encuentran después de la primera clase, dependiendo del tipo de avión. Aunque no pertenecen a la categoría de primera clase, los pasajeros deben pagar una tarifa adicional, precisamente porque ofrecen más espacio.
Sin embargo, al final, la elección de los asientos dependerá de las preferencias y necesidades individuales de cada pasajero.
“Para dormir yo siempre pido la ventana, alguna almohada para echarme. Además, se recomienda una pastillita (para dormir) para antes del vuelo y listo. Como si no hubiera pasado nada”, finaliza Jaúregui.
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