Con enfoque y atención individualizadas, estos establecimientos se erigen como refugios encantadores para los viajeros que buscan experiencias únicas.
Un análisis realizado por Rusticae para el diario El País se observó un notable aumento del 23 % en las búsquedas relacionadas con hoteles boutique con respecto al año anterior.
Este crecimiento refleja una creciente atracción hacia un tipo de hospedaje que ofrece una combinación de personalización y encanto que ha cautivado a viajeros en España, Europa y Latinoamérica.
“Esta tendencia en alza demuestra el creciente interés de las personas por este tipo de alojamiento excepcional”, sostuvo Isabel Llorens, socia de Rusticae, al medio de comunicación español.
Más que una etiqueta comercial
A pesar de la falta de criterios objetivos en su definición oficial, el término “hotel boutique” ha ganado terreno en la industria hotelera.
Los expertos la describen como una etiqueta comercial utilizada por los propietarios para evocar la personalización y el glamour.
Aunque carece de una definición legal precisa, una serie de características clave unen la percepción de lo que representa un auténtico hotel boutique.
Características emblemáticas de los hoteles boutique
Los hoteles boutique, según la experiencia de los especialistas, se caracterizan por su tamaño reducido, generalmente con no más de 40 habitaciones.
Además, la meticulosa atención a la decoración es una característica esencial. Estos establecimientos suelen presentar un diseño y estilo distintivo, a menudo incorporando elementos artísticos o decoraciones temáticas que se traducen en una experiencia estética única.
La localización excepcional es una parte integral de la identidad de un hotel boutique. Además, los propietarios de estos establecimientos asumen el papel de anfitriones, auténticos embajadores y guías de la zona, brindando a los huéspedes una conexión genuina con el entorno local.
La oferta complementaria es otro rasgo distintivo de los hoteles boutique. Desde spas y tratamientos relajantes hasta experiencias culinarias únicas, estos hoteles se esfuerzan por brindar un abanico de opciones que enriquezcan la estadía de los visitantes.
La gastronomía también ocupa un lugar central, con un enfoque en la autenticidad y la calidad, como lo subraya el concepto de “fogones honestos”.
La clave de la personalización
Según Llorens, la personalización es la esencia que justifica el adjetivo “boutique” para un hotel.
Esta atención individualizada se traduce en experiencias diseñadas para ser únicas y memorables para cada huésped.
“Estos hoteles se esfuerzan por crear una atmósfera especial que trasciende lo material y se extiende a la interacción con los huéspedes antes y durante su estancia”, sostuvo.
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