Desde el 2024, los viajeros podrán tomar un solo tren para viajar desde Roma hasta el famoso sitio arqueológico Pompeya.
A partir de 2024, los viajeros que visiten Italia podrán viajar directamente desde Roma hasta el parque arqueológico Pompeya. Algo que, hasta la fecha, no se puede realizar sin hacer algún tipo de conexión, ya que no existen rutas ferroviarias directas.
Esta nueva ruta será posible gracias a la construcción de un tren de alta velocidad que conectará ambas ciudades, anunciada recientemente por el gobierno italiano.
“La línea Roma-Pompeya va a ser un cambio total y representará un viaje con comodidad, eficiencia y sin preocupaciones”, señala Erica Firpo, colaboradora de AFAR con sede en Roma.
¿Cómo se llega a Pompeya en la actualidad?
Lo primero que se debe hacer es tomar un tren de Roma a Nápoles, a poco más de una hora de distancia, y luego navegar entre la multitud de gente que se encuentra en la estación de tren Napoli Centrale para aborda un tren regional llamado la Circumvesuviana, cuyo destino es Pompeya.
El ferrocarril de Nápoles a Pompeya es conocido por ser antiguo y lento, con paradas en varios pueblos pequeños a lo largo del camino. Todo el viaje dura aproximadamente dos horas.
“En temporada alta, el viaje de un día Roma-Pompeya se siente como una eternidad infernal: multitudes hombro a hombro, con espacio solo para estar de pie en la Circumvesuviana y ventilación antigua. Todo esto se debe repetir cuando se regresa”, expresó Firpo.
¿Qué ver en Pompeya?
Pompeya es una antigua ciudad romana situada en la Campania, a orillas del golfo de Nápoles. Fue enterrada por las cenizas volcánicas del Monte Vesubio en el año 79 d.C. y desde entonces se ha convertido en un parque arqueológico.
En 2022, 3 millones de personas visitaron Pompeya. La mayor cantidad de visitantes en un solo año fue de 3,8 millones de personas en 2019. De acuerdo con el periódico italiano Il Mattino, el nuevo tren podría duplicar la cantidad de turistas que visitan cada día.
Las personas que visiten Pompeya pueden ver una ciudad congelada hace casi 2,000 años, incluidas sus villas, casas de baños, mercados, teatros, burdeles y templos. El lugar está abierto a visitas autoguiadas o dirigidas por guías independientes (disponibles previa solicitud de 9 a. m. a 3 p. m.).
Las excavaciones en la antigua ciudad comenzaron en 1748. Incluso, hoy en día, aproximadamente un tercio de la antigua metrópolis sigue enterrada.
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