“Koninklijke Luchtvaart Maatschappij voor Nederland en Koloniën” es el nombre oficial con el cual un 7 de octubre se funda la línea aérea más antigua del mundo.
KLM, como es conocida, celebra hoy su primer centenario en un hecho que escapa del ámbito de la propia línea aérea para trascender a toda la industria de la aviación.
Al ser la línea aérea más antigua del mundo manteniendo el mismo nombre, KLM hoy marca el inicio de las grandes celebraciones de las líneas aéreas en un ambiente de continua transformación en cómo nos conectamos con el mundo, señaló aerolatnnews.
Como en los primeros emprendimientos aeronáuticos, los inicios de KLM responden de una visión país que, tras el fin de la Primera Guerra Mundial, valora al transporte aéreo como elemento de desarrollo.
En ese contexto, se entiende la designación real que otorga la Reina Wilhelmina a la línea aérea poco después de su apertura, la que también se mantiene sin cambios hasta el día de hoy: KLM Royal Dutch Airlines.
Al revisar los primeros 100 años, son cientos o quizás miles los hitos a recordar. Sin embargo, cuatro elementos resumen perfectamente la evolución continua que la línea aérea exhibe. El primero, es sin duda, la visión país al considerar un desarrollo integral de la aviación con la construcción de aeronaves (Fokker), el equipamiento y la infraestructura, especialmente, si se toma en cuenta que el aeropuerto de Schiphol sigue creciendo desde el mismo emplazamiento donde se alzaron los primeros vuelos.
Una segunda característica está en la innovación, aspecto característico en KLM al estar incorporando permanente las últimas tecnologías disponibles, así como también abrir espacios a la investigación que favorezcan una democratización de la industria y operaciones más eficientes. Los primeros vuelos con biocombustibles, la inversión en combustibles de aviación y nuevos diseños de aeronaves, son algunos ejemplos de las acciones encaminadas.
Siguiendo con esa línea, como tercer pilar se inserta el aporte sostenible al negocio como respuesta de mitigación a las operaciones que permiten conectar a las personas. Desde sus inicios, el concepto sostenible y sustentable forma parte del ADN de en la compañía holandesa en un sentido de responsabilidad con el medio ambiente. Como parte de Air France – KLM, es una de las tres líneas aéreas reconocidas por el Índice Dow Jones de Sostenibilidad.
Finalmente, destaca el valor de las personas. Desde los clientes, a quienes la línea aérea se debe, como a sus trabajadores y colaboradores, motor de la compañía en cada uno de sus aspectos. Sin una constante preocupación por ambos, difícilmente se podrían conseguir progresos que hoy exhibe.
“Nuestra gente es la clave de nuestra marca, estamos convencidos de que podemos marcar la diferencia al ofrecer consistentemente a nuestros clientes una experiencia memorable”, expone.
Pingback:Así es como se verá el viaje aéreo en 100 años, según KLM - Viajero 360