Volar menos es esencial para frenar la fuerte huella de carbono de la industria de la aviación. Y, aunque a veces no hay formas de evitarlo, reemplazar las operaciones de vuelo de corta distancia con otros medios de transporte puede tener un impacto positivo significativo en el medio ambiente.
Eso es exactamente lo que la aerolínea holandesa KLM ha decidido hacer. A partir de la próxima primavera, la compañía aérea reemplazará uno de sus vuelos diarios entre el aeropuerto Schiphol de Amsterdam y Bruselas con un servicio de tren de alta velocidad.
La medida es parte del plan a largo plazo de la aerolínea para reducir el número de vuelos entre las dos capitales y reemplazar gradualmente los saltos de corto recorrido con servicios ferroviarios.
Otras iniciativas en la agenda verde de KLM incluyen invitar a los consumidores a compensar las emisiones de carbono de sus vuelos e invitar a las empresas a compensar los viajes de negocios invirtiendo en el Programa Corporativo de Biocombustible de la aerolínea, informó the optimist daily.
Además, KLM anunció que compartiría sus “mejores prácticas y herramientas” en torno a la sostenibilidad con sus competidores y está pidiendo a la industria de la aviación que comparta sus conocimientos a cambio.