México: Cancún y su problema con las algas marinas

Durante años, Cancún ha confiado en una fórmula simple: cerveza barata, sol brillante y playas prístinas del Caribe para atraer a los turistas por millones.

Pero durante los últimos meses, la última parte de la ecuación ha sido teñida por una invasión de algas similares a las marinas. Miles y miles de toneladas se han acumulado en Cancún y docenas de playas cercanas en la Península de Yucatán, como Tulum, Playa del Carmen y Holbox.

El fenómeno está afectando el negocio del turismo en Cancún, otro golpe para la economía mexicana que ya está en recesión. La ocupación hotelera en Cancún cayó 3.4% en las primeras tres semanas de junio. Algunos lugares ofrecen descuentos en habitaciones de hasta un 20% y transportan a los huéspedes a playas no afectadas, señala bloomberg.

El turismo es la columna vertebral de la economía de la región. En 2017, casi el 90% del producto interno bruto del estado de Quintana Roo en la Península de Yucatán provino del sector de servicios. En Cancún, casi el 40% de los empleos están directamente relacionados con la industria del turismo, según un estudio de 2018 realizado por el Consejo Mundial de Viajes y Turismo.

El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador ha minimizado repetidamente la invasión de algas. Él llama al problema “controlable” y ha destinado muy poco dinero (apenas $ 2.6 millones para la eliminación de algas marinas).

No hay consenso sobre qué está causando el problema. Algunos científicos han citado el cambio climático y su impacto en las precipitaciones y la circulación oceánica. Otra posible razón: un aumento en la deforestación y el fertilizante utilizado en la Amazonia brasileña, que fluye hacia el océano, según datos preliminares del estudio del sur de Florida. Los nutrientes en los fertilizantes aceleran el crecimiento de las algas.

“La química del océano debe haber cambiado para que las floraciones se salgan de las manos”, dijo el Dr. Chuanmin Hu, de la Facultad de Ciencias Marinas de la USF, en el comunicado que presentó el estudio.

A medida que los turistas se alejan, aumenta la angustia entre los dueños de negocios locales. “Los veranos son generalmente lentos”, dijo Mariana Padilla, dueña de una cafetería en Tulum. “Pero este año la caída fue mucho más pronunciada en comparación con el año pasado”.

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