Pasar el rato con tortugas gigantes y piqueros de patas azules es una de las tantas experiencias inolvidables que te brinda este paraíso natural.

Las Islas Galápagos, un paraíso natural ubicado a 600 millas al este de Ecuador, han sido durante mucho tiempo conocidas por su biodiversidad única y su papel crucial en la teoría de la evolución de Charles Darwin.
Sin embargo, la llegada de los humanos y su impacto en el ecosistema han dejado huellas visibles en esta maravilla insular. En retrospectiva, tal vez nos hemos sentido demasiado cómodos en este entorno, mientras los animales se han adaptado en consecuencia.
El encuentro con los lobos marinos:
Desde el momento en que se desembarca en la isla de Baltra, en Galápagos, los lobos marinos se presentan como los anfitriones oficiales de bienvenida a los turistas. Descansando en el muelle y mostrando su encanto, estos animales carismáticos se convierten en los primeros compañeros de viaje en estas islas mágicas.
Su presencia es solo el comienzo de un espectáculo de vida silvestre que se despliega ante los ojos de los visitantes.
La diversidad de la vida silvestre:

Los leones marinos, las fragatas, las iguanas marinas y terrestres, y los piqueros de patas azules y rojas son solo algunos de los integrantes de la lista de los “15 grandes” de Galápagos.
Estas especies, con sus asombrosos colores y comportamientos únicos, son el deleite de los observadores de la naturaleza. Incluso, las tortugas gigantes, los albatros y los cormoranes no voladores continúan viviendo como lo han hecho durante siglos en estas islas.
La adaptación de la fauna:

Según los expertos, los animales de Galápagos han percibido la presencia humana y han ajustado su comportamiento en consecuencia.
Durante los meses en los que los cruceros estuvieron detenidos en 2020 debido a la pandemia, la naturaleza y algunos animales aprovecharon la ausencia de turistas para ocupar espacios y comportarse de manera diferente.
Este fenómeno se pudo observar en la mayor cantidad de avistamientos de pingüinos en ciertas áreas, así como en la posibilidad de encontrar animales anidando en lugares inusuales.
El equilibrio entre conservación y turismo:
A pesar de los cambios que ocurren en el ecosistema de Galápagos, el archipiélago sigue siendo un lugar de gran importancia en términos de conservación.
En enero de 2022, se amplió la Reserva Marina, protegiendo aún más los océanos. Además, se han realizado descubrimientos notables, como una nueva especie de tortuga gigante y la erupción del volcán Wolf después de siete años. Estos eventos resaltan la importancia de la conservación y el cuidado de estas islas únicas.
Cómo llegar a las Islas Galápagos:
No importa de dónde vengas, llegar a Galápagos requerirá tomar algunos vuelos. Primero, deberás dirigirte a Ecuador. Desde el sur de los EE. UU., un vuelo al Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre de Quito dura aproximadamente cuatro horas y cuenta con servicios de las principales aerolíneas.
Una vez en Ecuador, podrás tomar un vuelo hacia las islas principales de Galápagos, como Baltra o San Cristóbal. Desde allí, puedes elegir alojarte en las islas de San Cristóbal, Santa Cruz, Isabela o Floreana, donde podrás deambular libremente y explorar o embarcarte en un crucero en barco con vida a bordo para una experiencia más completa.
Conoce la increíble fauna local:

En Galápagos, los visitantes pueden disfrutar de interacciones únicas con la vida silvestre. Aunque se debe mantener una distancia mínima de seis metros de los animales, podrás presenciar escenas inolvidables.
Encontrarás especies como los piqueros de patas azules, las iguanas marinas, los leones marinos y las tortugas gigantes de Galápagos. Además, visitarás la isla Española para conocer a Diego, una tortuga gigante de 102 años que ha contribuido en gran medida a la repoblación de su especie.
Explora los pueblos pequeños y tranquilos:
Si buscas un ritmo de vida más relajado, Ecuador también cuenta con encantadores pueblos pequeños. Salinas es ideal para disfrutar de la playa y el surf, mientras que Montañita es conocida por su ambiente de surf y vida nocturna.
Cuenca, en los Andes, es un popular destino de expatriados y ofrece museos, sinfonías y clubes nocturnos. En Cotacachi, podrás explorar tiendas y puestos de artesanía en cuero, mientras que Otavalo destaca por su famoso mercado dominical y su rica tradición comercial.
Relájate en las aguas termales minerales:
Después de explorar las maravillas naturales, podrás relajar tus músculos cansados en las aguas termales minerales. Baños, ubicado cerca del monte volcánico Tungurahua, es conocido por sus aguas termales curativas y espectaculares cascadas.
Aquí podrás disfrutar de un largo baño y recargar energías para tus aventuras. Baños también ofrece emocionantes actividades como paseos a caballo, escalada en roca, ciclismo y parapente. No te pierdas el famoso Columpio del Fin del Mundo, que ofrece una vista impresionante desde lo alto.
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