El avance tecnológico en los controles fronterizos ha dado lugar al reconocimiento facial biométrico y los pasaportes digitales, eliminando así las estampas tan queridas por los viajeros.

El avance de la tecnología en los controles fronterizos ha dado lugar a la implementación de métodos más rápidos y eficientes, como el reconocimiento facial biométrico y los pasaportes digitales.
Estas tecnologías aceleran el proceso de entrada y salida de países en todo el mundo. Sin embargo, a medida que se reducen las filas de inmigración, otro aspecto del proceso va desapareciendo: los sellos de pasaporte.
Estas estampillas solían ser el estándar internacional para cruzar fronteras. Aunque este proceso era emocionante para muchos viajeros internacionales, documentando sus viajes, también era lento y no muy confiable para el despacho fronterizo.
¿Cuáles son las ventajas?
La implementación del reconocimiento facial biométrico y los pasaportes digitales ha hecho que los sellos de pasaporte sean obsoletos. Estas tecnologías permiten una verificación más rápida y precisa de la identidad de los viajeros, lo que agiliza el proceso de control fronterizo.
Además, los documentos digitales proporcionan un medio más seguro y confiable de almacenar la información del viajero.
Aunque algunas personas puedan echar de menos la emoción de recibir sellos en sus pasaportes como recuerdos de sus viajes, el cambio hacia métodos más avanzados es beneficioso en términos de eficiencia y seguridad en los controles fronterizos.
“Las estampillas a menudo no son la mejor solución. Si están mal impresos, puede ser difícil acceder a ellos más adelante. A menudo se colocan al azar en las libretas de pasaportes, lo que puede dificultar su búsqueda, y también se pueden falsificar fácilmente”, señala Sally French, experta en viajes de NerdWallet, a la web especializada Condé Nast.
Cambios ya implementados
Por ejemplo, la Unión Europea (UE) implementará en noviembre su Sistema de Entrada/Salida (EES), el cual automatizará el proceso de cruce de fronteras y eliminará el sellado de pasaportes.
El reconocimiento facial y las huellas dactilares serán utilizados para verificar la identidad de los viajeros, dependiendo de si requieren una visa de ingreso o no.
El sistema EES se aplicará a personas no ciudadanas de la UE que viajen por un máximo de 90 días dentro de un período de 180 días. Estará en uso en 29 países: Austria, Bélgica, Bulgaria, Croacia, República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Islandia, Italia, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Noruega, Polonia, Portugal, Rumania, Eslovaquia, Eslovenia, España, Suecia y Suiza.
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