Para restablecer el orden, decoro y combatir a los “turistas maleducados”, quienes se lanzan a nadar en los canales, hacen sus necesidades detrás de los monumentos o realizan pícnics sobre los puentes, la junta comunal de Venecia está preparando una serie de nuevas medidas, informó el diario La Nación.
Estas acciones han generado gran polémica las rígidas normas implícitas en el artículo 35 del nuevo reglamento de policía y seguridad urbana, que enumera los actos contrarios al decoro en relación al uso impropio de las áreas monumentales y de los puentes de la ciudad.
De ser aprobado sin cambios, podría llegar a estar prohibido, tanto para turistas como para los venecianos, sentarse en el suelo o acostarse en los famosos “masegni”, las antiguas y tradicionales baldosas de las escalinatas de Iglesias y bancos de plaza.
Además de contemplar multas que irán desde 50 a 500 euros, el nuevo reglamento también incluye un “daspo urbano” por violaciones en lugares de especial valor del centro histórico. Es decir, se prevé que los turistas maleducados, que no respeten las normas, sean expulsados de Venecia durante 48 horas.
El “daspo urbano” será aplicado a quien consuma alimentos o bebidas entorpeciendo la circulación de los peatones, a quien se zambulla o nade en cualquier espejo de agua, a quien se acueste o siente sobre los bancos y escalinatas de una iglesia, se moje los pies en el agua de los canales, o acampe en las paradas de transporte público.
Al respecto, Giorgio D’Este, asesor de Seguridad de la Municipalidad de Venecia, aseguró que el personal de la policía deberá tener sentido común a la hora de castigar a los infractores. En el caso de comportamientos no idóneos repetidos y conductas contrarias al decoro y obstinadas, “el operador de seguridad solicitará interrumpir determinada conducta y, sólo después, habrá una sanción”,